Opinión

Una república federal abierta y vinculada al mundo. Por Dr. Pedro G. Cassani Presidente de la H. Cámara de Diputados de Corrientes

Agradezco a la Fundación esta oportunidad de expresar mi pensamiento político con visión de un dirigente del interior profundo, en esta excelente ocasión de celebrar 10 años de exitosa acción.

Tenemos la necesidad de que alumbre un federalismo moderno útil en el siglo 21. Hacen muchas décadas que venimos discutiendo  lo que fue un tema central desde el nacimiento de la nación Argentina, con unitarios y federales, centralismo y provincias, caudillos federales e ilustrados intelectuales, los hacendados y los comerciantes. Después de ser uno de los países con mayor ingreso per cápita y casi dos siglos nos dejaron un país desequilibrado con sectores ricos y provincias pobres, conurbano con 37%  de la población concentrada en menos de 1% de la superficie. Un sistema político cuestionado en sus formas de elegir, en la representación proporcional y en la elección directa del presidente y que tampoco ha resultado eficaz para promover el desarrollo y la distribución equitativa del ingreso. Considero que la democracia liberal se ha consolidado y es reconocida por toda la población, con excepción de pequeños grupos, como el único sistema posible, tiene legitimidad global ya que más de la mitad de los países del mundo lo tienen. Por supuesto que perfectible en muchos aspectos.-

Mis visiones son las del político de una provincia lejana del norte pobre, pero que fue fundadora de la Nación con sentimiento épico fuerte, por ser la cuna de San Martín y el sargento Cabral, la de Pedro Ferré protagonizando los acuerdos prexistentes de la Constitución de 1852, la de Berón de Astrada gobernador en 1839 encabezando la única manifestación en el país a favor de la libertad que en la Batalla de Pago largo perdió la vida al frente de la tropa contra Echague donde murieron 1200 Correntinos, o la más reciente heroica participación en Malvinas. Pero sin quedarnos en el orgullo nostálgico de la historia, porque nos apuran las transformaciones que demanda la gente hoy en el siglo XXI.

Necesitamos un federalismo de naturaleza progresista, en línea con las tendencias universales del mundo global  que a pesar de sus amenazas y reglas brinda enormes oportunidades, que no podemos darnos el gusto de desaprovecharlas. Debemos  construir un país equitativo y federal, como lo manda su Constitución.

Necesitamos una serie de cambios en la “Cultura Política”. En la Cámara de Diputados aprobamos una declaración solicitando al Presidente de la Nación que convoque a un Congreso como lo hizo Alfonsín con El Congreso Pedagógico y el Consejo para la Consolidación de la democracia que presidio el Dr. Carlos Nino, y sus documentos fueron la base del acuerdo para la reforma constitucional de 1994. Este ámbito alejado del día a día, de las urgencias o las chicanas políticas nos permitirán los grandes acuerdos políticos, la elección de objetivos comunes y las estrategias conducentes para inaugurar largos periodos de estabilidad política, de desarrollo, y de justicia social.

Así vamos a lograr fortalecer la idea de república en la población y dejar atrás  los caudillismos frustrantes.

En julio de 2019 formé parte de la comitiva oficial junto al gobernador Gustavo Valdés a una gira por China, convencido de que el camino es la apertura, abrir relaciones con países que nos van a comprar y vender, que es la fuente de trabajo para la gente y acceder a bienes y servicios necesarios, que se generaran inversiones. Corrientes tiene recursos interesantes en el sector maderero, cárnico y citrícola además de sus recursos naturales.  Volvimos de China con la expectativa de que tenemos una oportunidad única.

Ahora el gobierno provincial va a proponer a los sectores privados la logística para convertir a nuestra provincia en agro-exportadora, este es un desafío que supera a cualquier gobierno y que exige dejar de lado las mezquindades personales de la clase política. La vinculación internacional es una política de largo plazo que no puede ser de un gobierno, sino de un pueblo y su estado, debe ser permanente y dará sus frutos con un esfuerzo perseverante y continuo.-

Un gobernador o una provincia sola es difícil que pueda avanzar. Es necesario nueva cultura política producto de acuerdos políticos amplios, apoyados en la república liberal, una democracia moderna, instituciones públicas más fuertes pero no invasivas de la actividad privada,  y un federalismo apropiado para el siglo XXI que abra un proceso de  nivelación de las diferencias regionales de desarrollo. Así se logrará el trabajo para todos que es la gran herramienta de la igualdad de oportunidades, la equidad distributiva y la estabilidad política sostenida.

Publicado en “Reflexiones Políticas IX”. Noviembre de 2019

2019-11-07T16:46:13+00:00 08/11/2019|Categories: Opinión|